martes, 5 de noviembre de 2019

Asuntos Historiográficos


Un saludo cordial a todos ustedes conectados a mí página virtual. Desde que tengo uso de razón, siempre he tocado el tema racial, me acuerdo en Caracas, Venezuela, en el 1964, a la tierna edad de nueve años cuando dibuje a un sacerdote jesuita de la raza sepia, como denuncia a la falta de los mismos, todavía guardo esa estampa en los archivos. Usualmente es un tema en el cuál la mayoría de la gente no menciona. En muchas discusiones a nivel académico e insertado el tópico, pero sin mucho progreso. Me acuerdo que con Benito Masso lo dialogábamos desde el clandestinaje en el CEAPRC. Por lo general la gente no habla de racismo, pues todo esta bien. Por traer el tema racial, personalmente me han dicho hasta de todo, lo he podido escuchar: negro acomplejado, se queja por vicio, que debería vivir su vida y dejar en paz a los demás, negro rabioso, y mucho más. En el caminar de la vida me he tropezado con personas blancas que dicen que no son racistas porque tienen amigos negros, y no te insultan mientras seas un negro sumiso, trabajador y sacrificado, porque eso es lo que debemos ser. Pero cuando nos da por reivindicar algo pasamos a ser el negro renegado y desagradecido que ve racismo por todas partes y que molesta a la sociedad blanca.

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